NO ME TOQUES LAS CANICAS, EL BANCO EXPROPIADO SE QUEDA

Madrid, agosto de 2017

Los bancos nos han robado casi todo, por eso decidimos expropiar una sucursal, devolver parte de lo robado a la comunidad, a la gente, al barrio. Y elegimos esta sucursal por ser una de las que más vecinos estafó y expulsó del barrio.

Y así nació el Banco Expropiado La Canica. El único banco que no roba a la gente.

En esta sucursal se reúnen la PAH, el sindicato de inquilinas, la central de abastecimiento de La Canica, grupos y cooperativas de consumo y la red de compras colectivas, grupo de autodefensa feminista, sección invertida. Es decir, cualquier persona o colectivo que entienda el espacio de La Canica como un espacio del barrio y a defender. El motivo, los cada vez más numerosos negocios que basan su emprendimiento en la explotación comercial de una marca, el consumo y un fenómeno violento, la conversión de las ciudades en grandes parques temáticos donde el vecindario es criminalizado si se queja, acaban provocando el desplazamiento forzoso de la gente y que nos convirtamos en mano de obra barata o un objeto de espectáculo para el turista.

Se han celebrado mercadillos, jornadas, charlas, debates y presentaciones.

Creemos en otra economía. Nos movemos bajo unas relaciones de intercambio basadas en el feminismo, la no mercantilización de los productos y servicios, centrada en las personas, dentro de un barrio donde existen redes vecinales, conectadas entre ellas y con otros barrios, inserta en una ciudad que ha dejado de ser un espacio de encuentro y apoyo mutuo para convertirse en un monstruo, en una mole reconstruída por y para la circulación de mercancías, seres vivos y no solo plásticos.

Lo que ahora es del barrio gracias a una expropiación popular puede ser otra vez propiedad privada de Bankia por la intervención de políticos, policías y jueces. Los que escriben leyes y las ejecutan, mantenidos por el único dinero que no se puede evadir porque lo quitan directamente de las nóminas con la complicidad de los empresarios: el IRPF de las trabajadoras asalariadas.

A los bancos no hay que desearles mal, hay que hacérselo. Al Estado no hay que votarle, hay que botarle. Contra el sistema capitalista, expropiación masiva popular y autogestión. Ni dios, ni amo, ni marido ni partido.

BANCO EXPROPIADO LA CANICA

El único banco que no roba a la gente.

¿Qué es el Banco Expropiado La Canica?

El Banco Expropiado La Canica es un espacio situado en Lavapiés, Madrid, en el número 2 de la calle Huerta del Bayo. Un espacio que albergaba hasta hace no mucho una sucursal de Bankia y que vecinas y habitantes de diversos barrios utilizan hoy para avanzar en el, digámoslo así, turbulento proceso autogestionario que vive la ciudad en los últimos años y empezar a coordinar distintos proyectos y herramientas sofisticadas que, sin ser muy conocidas, hemos sabido construir durante todo este tiempo.

Una de ellas es La Canica, una red de intercambio consolidada desde hace algún tiempo en diversos barrios, que se ha dotado de una moneda social alternativa al euro y que está promoviendo ya, con cierto éxito, la formación de cooperativas y la colectivización de recursos y medios de producción. Es, en ese sentido, una herramienta que está siendo muy útil para la organización directa y común de nuestras vidas, permitiendo que circulen bienes entre nosotras reduciendo nuestra dependencia del euro y del trabajo asalariado (quien lo probó lo sabe). No es, en cualquier caso, sino una herramienta más dentro de las muchas que apuntalan ya una economía propia. Madrid cuenta con grupos de consumo cada vez más coordinados, redes de productoras que se apoyan mutuamente y vecinas que refuerzan el comercio solidario de barrio como brillante apuesta de recomposición de la vida social del territorio. El Banco Expropiado se presenta, por tanto, como un espacio de cruce de tan buenas iniciativas con el propósito, ambicioso pero nada loco, de que el movimiento popular, organizado, desobediente y amoroso, se dote a sí mismo de cuantos recursos necesite para su vida en común.

Si La Canica y el Banco Expropiado tienen sentido es, por tanto, porque –pese a que haya, es cierto, menos manis– componemos un enorme mundo común cuyos recursos o cuya economía cabe pensar como propia. Vale decir: porque los millones de encuentros que se han sucedido desde 2011 han tenido un sentido, porque existe un afecto común, porque nuestras habilidades organizativas siguen intactas y porque tenemos comprobado que podemos llegar lejísimos. Porque, en fin, el tejido asambleario y autoorganizado sólo puede pensarse como irreversible y permanentemente interconectado. La asamblea de vivienda de Lavapiés, sin ir más lejos, dejó fritos a un par de directores de esta misma sucursal, paró un buen número de desahucios de hipotecas asociadas a ella y firmó varios alquileres sociales en el pulido suelo que hoy pisamos. PAHs y asambleas de vivienda han (¡hemos!) colaborado en una espantada bancaria y, sobre todo, hemos apuntalado su descrédito social. Ampliar nuestra cosecha expropiando un par de bancos en cada barrio puede ser, desde luego, una buena manera de disfrutar nuestras victorias.

Y desde aquí enviamos cien besos a las compañeras de la Bankarrota en Moratalaz, y por supuesto otros cien a las del Banc Expropiat en Gràcia, quienes supieron generar un terremoto feliz cuyos efectos resuenan hoy en el Banco Expropiado La Canica.

Veamos dónde resuenan mañana.

bancoexpropiado.lacanica@gmail.com

TITIRITEROS SECUESTRADOS POR TÍTERES

“Mira qué casualidad: el palacio de justicia. Voy a cargarme a un par de jueces. Pero a éstos no me los voy a cargar a tiros, no. A estos me los voy a cargar a hostias. Justicia divina1”

Dicen que no es noticia que un perro muerda a un hombre, que la noticia es que un hombre muerda a un perro. Algo así pasó ayer en una plaza del barrio madrileño de Tetuán. Entre muchos títeres metieron en la cárcel a dos titiriteros.

La compañía Títeres desde Abajo puso un gran espejo enfrente del público que asistió a la obra titulada La Bruja y Don Cristóbal. Seguramente, algunos sintieron vergüenza por lo que vieron reflejado en ese espejo. Otros, quizá pena, quizá rabia, etc. Unos pocos no se percataron de que lo que estaban viendo era su imagen, un reflejo de la sociedad monstruosa que entre todas hemos parido, y se alborotaron como chimpancés que se ven reflejados por primera vez en un espejo.

¡Qué escándalo! ¡Títeres policías que dan una paliza de muerte a una títere inocente y plantan una evidencia falsa en su mano indefensa2! ¡Un títere juez prevaricador que consiente el montaje! Eso no pasa en España, ¿verdad? La policía no tortura. Los jueces no prevarican. Los periodistas no mienten. El caso Escala, los GAL, las masacres en la frontera de Melilla… Eso no ha pasado. Las operaciones Piñata y Pandora no están pasando. No mueren asesinados cada día miles de títeres inocentes -de hambre o a tiros- y se les coloca pruebas falsas en las manos, cualquier cosa para que no parezca que los asesinos han sido el capitalismo y sus sicarios de cabecera, los Estados nación y sus cuerpos legislativos, gubernamentales, militares, policiales, judiciales, etc.

Lo real de este mundo al revés, aquello por lo que dos titiriteros han sido apartados de nosotras sin fianza, es el ahorcamiento de un juez prevaricador de cartón y el apuñalamiento de un policía homicida de papel maché3. ¿Os imagináis qué se debe sentir al estar en la cárcel por haber matado al teleñeco de Rodrigo Rato mientras el Rodrigo Rato de carne y hueso se está reponiendo del estrés en Baqueira Beret? Pues eso. Con mejor suerte, los asesinatos de estos monigotes hubieran pasado desapercibidos, como pasan desapercibidos los innumerables asesinatos de jueces y policías de mentira de las series televisivas americanas. La mala pata de nuestros titiriteros es haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado: Madrid, carnaval de 2016, en plena cruzada del frente nacional católico castizo contra “Ahora Madrid”, ese partido de boutique progre que quiere hacernos pasar la redecoración de las placas de la ciudad y los cambios de look de los reyes magos como una revolución política emancipadora, y en el contexto de una posible repetición de las elecciones generales en dos meses. Cada voto cuenta. Para colmo de males, los titiriteros se han topado con el juez Ismael Moreno Chamarro, un ex policía de la última camada franquista (ingresó en el cuerpo como inspector en 1974), bien conocido en el entorno de los movimientos sociales. De sus andadas como émulo de Torrente tenemos incluso algún antecedente de hemeroteca, como el publicado en El País el 28 de junio de 19884.

La trama y la intencionalidad de la obra La Bruja y Don Cristóbal está claramente descrita en la nota publicada por la CNT de Granada el 6 de enero, el Sindicato al que está afiliado Alfonso, uno de los titiriteros5.

La trama y la intencionalidad de la obra “Diligencias”6, del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno Chamarro, tiene otro cariz mucho más peligroso. A diferencia de la obra La Bruja y Don Cristóbal, la obra “Diligencias” ha ocasionado ya daños graves a las personas, no sólo a los muñecos, concretamente a dos personas que se encuentran encerradas, aturdidas y aterradas en una celda incomunicada de Soto del Real. “Diligencias” está escrita en jerga jurídica pero pertenece en realidad al género chico de la crítica de variedades. El crítico en cuestión es un sádico que tiene el poder de encerrar en la cárcel a los autores de La Bruja y Don Cristóbal porque no le gusta el argumento de la obra. ¿Qué es eso del respeto al poder judicial? ¿Por qué iba nadie a respetar a este idiota que no sabe o no quiere distinguir entre una compañía de teatro y un grupo terrorista? El poder judicial, como cualquier otro estamento del Estado, es un aparato al servicio de élites sociales y está copado de esbirros bien pagados como este, que no dudan en emplear su autoridad para aplacar cualquier amago de disidencia política e ideológica.

Contra una decisión legal tan obscenamente injusta sólo cabe la rebelión. No hay ley que valga. Esto lo saben bien los de Podemos y su marca municipal Ahora Madrid, que alardean de haber hecho sus pinitos insurreccionales hasta que optaron por la vía de la representación parlamentaria. Y lo saben muchos de sus votantes procedentes del 15M. El deslizamiento por la pendiente institucional de estos representantes espurios del 15M llegó ayer a la segunda fase: Se había pasado de combatir la prevaricación a pie de calle, a base de desobediencia a la ley, a combatir la prevaricación en el parlamento y desde el presupuesto del acatamiento a la ley. Primera fase: la acción directa maniatada. Del presupuesto del respeto a la ley se ha pasado a denunciar a quienes escenifican una obra de títeres callejera sobre el amotinamiento contra los abusos de poder. Segunda fase: la palabra amordazada. Con la acción maniatada por la ley y la palabra amordazada por la ley, queda sólo el asalto al cielo de la tercera fase: el control legal del pensamiento.

Vosotros, los que venís del 15M y decís que esos políticos que habéis puesto en el Ayuntamiento sí os representan: ¿qué les vais a decir a vuestros representantes de Ahora Madrid, que han denunciado a dos titiriteros por contar las verdades del barquero en una obra de teatro? Os recordamos cuando hace sólo unos meses invocabais la libertad de expresión para justificar las gracias de un concejal sobre cenizas de las víctimas de los nazis, piernas mutiladas por ETA o niñas violadas y asesinadas por psicópatas… ¿Qué pasa? ¿La libertad de expresión es sagrada para mofarse en Twitter de las víctimas del nazismo del siglo XX pero no para desenmascarar a los nazis del siglo XXI en una obra de títeres tradicionales?

Ahora ya tenéis a alguien más a quien culpar de vuestras desgracias y de la falta de justicia y libertad en la calle, además de a los de siempre (policía, jueces, banqueros, partidos de la vieja política, etc.) Ahora podéis culpar también a la nueva política. Y de paso, a vosotras mismas, que les habéis votado, ¿no? ¿O la culpa la tienen siempre los demás? ¿No os sentís un poco responsables de lo que hacen vuestros representantes electos en el ejercicio de sus funciones de representación? Ahora Madrid llegó ayer más lejos de lo que había llegado el PP de Madrid en 20 años, propiciando el linchamiento mediático y el secuestro legal de dos titiriteros que ellos mismos habían contratado porque la obra no era adecuada para conservar los votos que pueden necesitar dentro de dos meses.

Se está encarcelando a gente aquí en Madrid con la complicidad de vuestros representantes por montar obras de guiñoles. ¿Qué vais a hacer ahora para traer a casa a nuestros compañeros presos?

1Fragmento de un monólogo extraído de la película “Murieron Por Encima de sus Posibilidades”, financiada con fondos estatales del ICO y sufragada por TVE en 2014, durante el gobierno del PP. Los autores y el actor están, afortunadamente, libres sin cargos. https://www.youtube.com/watch?v=Y80lABEq5vs&feature=youyu.be&app=desktop

2 El famoso cartel con el lema “gora alka eta”, que irónicamente ha servido en nuestro mundo para lo mismo que en el mundo de Polichinela: urdir un montaje policial y judicial.

3 Sobre la tradición secular de los apaleamientos, ahorcamientos y apuñalamientos de guiñoles, ver el artículo “En defensa de los titiriteros apresados en Madrid”:

http://www.titeresante.es/2016/02/07/en-defensa-de-los-titiriteros-apresados-en-madrid/