LA COMPRA COLECTIVA COMO ARMA DEL CONSUMO COMBATIVO [La Acción Económica, parte 2]

Introducción al consumo combativo [La Acción Económica, parte 2][La Acción Económica, parte 1]

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Cada vez hay más personas para quienes comprar es como votar, una elección política. No está mal. La compra alevosa pone en primer plano una cuestión que aterroriza al Estado: el ejercicio de nuestra capacidad de decisión. Nos referimos a un ejercicio diario y real, no cuatrienal ni simbólico. Pero la imagen “comprar es votar” se queda demasiado estrecha desde una perspectiva autogestionaria. La compra es sólo la mitad de un tipo de intercambio de mercado muy concreto, la compraventa, el intercambio capitalista por excelencia. Y el voto es el simulacro de decisión característico de la democracia representativa parlamentaria, el régimen predilecto del capitalismo. En otras palabras, la compra no es más que la reducción capitalista del consumo, del mismo modo que el voto no es más que la reducción estatal de la acción política. La percepción de la compra como voto es sutilmente restrictiva, no induce a pensar en tipos de intercambio no mercantiles ni en procesos políticos que impliquen el libre ejercicio de nuestra capacidad de decisión sin intermediarios.

En contraposición a un llamado “consumo responsable” que sostiene que comprar es votar está apareciendo últimamente un consumo rebelde, amotinado, que defiende que comprar es luchar y que queda vívidamente definido por grupos como La Granada[1]:

El consumo combativo es una revolución a fuego lento, el arte de convertir el potaje de garbanzos en un atentado cotidiano contra toda autoridad.

El consumo combativo es una recuperación de nuestra responsabilidad indelegable de decidir sobre todo lo que nos afecta, una responsabilidad que no estamos dispuestos a transferir a ningún representante político, sindical o religioso.

La Granada es una fruta explosiva. Somos trabajadoras y trabajadoras en lucha contra el Estado y la empresa capitalista, no un club del gourmet o un eco-centro de salud nutricional. Nuestro objetivo es debilitar al Estado y a la empresa capitalista a través de la organización asamblearia del consumo y reforzar al mismo tiempo a los colectivos productivos autogestionados.

Lo que propone La Granada es llevar la guerra de guerrillas a un terreno muy incómodo para el Estado pero transitado cotidianamente por nosotras: la jungla del consumo. El Estado tiene muchos recursos para perseguir a una masa organizada que decida entrar en un Carrefour y arrasarlo pero apenas tiene recursos para perseguir a una masa organizada que decida arrasar un Carrefour por el procedimiento contrario, no entrando nunca en él, ignorándolo. Esta es una de las grandes ventajas del boicot, que puede hacer un daño enorme al capitalismo con una exposición mínima a la represión. Eso sí, nos referimos a un boicot “bien entendido”, tal y como lo describen las compañeras de Debate Anarquista.:

Una acción coordinada para no comprar en una empresa capitalista concreta no daña al capitalismo si nos vamos a comprar descoordinadamente a otras empresas capitalistas. El boicot, bien entendido, es una coordinación del consumo, es decir, la planificación de dónde no vamos a consumir tanto como la coordinación de dónde sí vamos a hacerlo[2].

La simple orquestación de una “no compra” es un boicot a medias, inconcluso, quizá efectivo en campañas reivindicativas puntuales pero carente de profundidad revolucionaria. De aquí surge la idea de la “compra colectiva” como culminación de la “no compra colectiva”, un perfeccionamiento del boicot.

La compra colectiva como arma del consumo combativo puede llegar a hacerse en el mercado capitalista y compartir bastantes de los criterios del consumo responsable, como veremos enseguida, pero la intencionalidad subversiva lo trastoca todo[3]. El consumo responsable puede ser fácilmente recuperado por el sistema, convertirse en un eslogan de marquesina subvencionado por el Ministerio del Buen Rollo; entrar en el temario de Educación para la Ciudadanía; mercantilizarse como el bicarbonato de una clase media urbana con malas digestiones de conciencia o salir en portada del próximo suplemento dominical de El País. Pero el consumo combativo es ya irrecuperable, no tiene remedio. Cada acto de consumo –que no tiene por qué ser necesariamente una compra[4]- es doloso, tiene el punto de mira puesto en la transformación del sistema económico y político.

La compra colectiva como arma del consumo combativo.

[…] no nos contentamos con organizar nuestro consumo de alimentos. Queremos organizar el consumo de toda clase de productos y servicios básicos, de todo lo necesario para la vida. De hecho, aspiramos a una sociedad en que la producción esté determinada por el consumo y no al revés, como sucede bajo el capitalismo.

Entendemos la compra colectiva como una forma de continuar desarrollando nuestra cada vez más desarrollada organización del consumo. Con Karakolas no sólo hemos perfeccionado herramientas sino, más importante aún, estructuras de coordinación y toma de decisiones conjuntas: Redes asociativas que pueden crecer sostenidamente y sin afectar la autonomía de cada grupo integrante.

Las compras colectivas tendrían dos objetivos:

El prioritario, crear “círculos virtuosos autogestionarios”. Se trata de desviar el consumo de todos los productos que podamos a proveedores que no exploten a trabajadores, que se organicen de forma asamblearia como nosotras y respeten nuestros criterios ecológicos. Esta demanda concentrada fortalece a los productores autogestionados, que son entonces capaces de mejorar su oferta a los consumidores autogestionados (ampliando la variedad, mejorando la calidad, ajustando precios, etc.) Y vuelta a empezar en ciclos cada vez más potentes. De esta manera nuestras compras estarían sirviendo directamente para fomentar la economía alternativa que perseguimos.

El secundario, romper “círculos viciosos capitalistas”. Hay multitud de productos de uso cotidiano que todavía no podemos encontrar en la Autogestión y tenemos que comprar al capitalismo (pilas, bombillas, papel, menaje, herramientas, etc.) Nuestra demanda desorganizada de estos productos potencia la lógica productivista capitalista que, regida por la máxima obtención de beneficio al menor costo posible, agrava la explotación laboral, el ecocidio (o destrucción de la naturaleza transformada en recurso mercantil), el control monopolístico de los precios, etc. Cada ciclo, cada rotación de stocks en las estanterías del supermercado, empeora la situación. Con la compra colectiva podemos romper estos círculos viciosos (por ejemplo, mediante la promoción de proyectos autogestionados con el dinero obtenido en los descuentos)…

El texto recién citado está sacado de una ponencia tratada el 24 de septiembre pasado en la Asamblea de Karakolas, integrada actualmente por más de 40 grupos de consumo. Para la última parte, referida a la ruptura de “círculos viciosos capitalistas”, se manejó un trabajo del extinto colectivo Banda Ancha publicado en 2012 bajo el título “La compra colectiva como instrumento de lucha contra el capitalismo”, del que rescatamos los siguientes párrafos:

En el mercado capitalista, toda compraventa es una negociación entre partes contrarias. Llamamos compra colectiva a la compra organizada en red con el objeto de conseguir mayor poder de negociación frente a las empresas capitalistas, la parte contraria. A mayor fuerza de compra, más poder de negociación.

El efecto inmediato de la compra colectiva es el abaratamiento del precio del producto. A las empresas capitalistas les suele salir rentable sacrificar márgenes de beneficio a cambio de volumen de venta. En otras palabras, con la compra colectiva aplicamos el mismo principio que cuando regateamos descuentos con el tendero por comprar tres unidades de un producto en lugar de uno, pero a lo bestia. Obviamente, una compra colectiva orientada sólo a la reducción de precios no hace más que alimentar el consumismo desaforado del que se nutre el capitalismo. De hecho, existen varias páginas de comercio online que obtienen cientos de millones de euros de beneficio anuales por el procedimiento de mercantilizar compras colectivas. Pero nuestra forma de salirnos de este círculo vicioso consumista es donar el beneficio obtenido en la compra colectiva a proyectos sin ánimo de lucro que tengan una intencionalidad revolucionaria. Es decir: invertir el beneficio de la compra en la destrucción del vendedor. Sólo por esto, merece la pena organizar la compra de los productos que compramos desorganizadamente en el Carrefour (bombillas, pilas, papel higiénico, etc.)

Pero hay más. A medio plazo, podremos conseguir mucho más que descuentos mediante la organización de nuestras compras. Podremos intervenir en los procesos de producción y distribución de nuestros proveedores capitalistas, por ejemplo, o en las condiciones laborales de su plantilla asalariada. La simple perspectiva de perder un cliente con un potencial de compra masivo puede obrar milagros en la “responsabilidad social corporativa” de las empresas. La fuerza de compra es el factor principal pero no el único. Hay otros factores que incrementan también nuestro poder de negociación. Un colectivo organizado de consumidoras siempre representa una amenaza mayor para la empresa capitalista porque dispone de más medios de defensa y ataque que la consumidora aislada (cajas de resistencia para sostener acciones jurídicas, impagos coordinados, campañas públicas de desprestigio, boicots, etc.)
Por último, a una escala suficiente, las compradoras organizadas seremos capaces de dar la espalda a las empresas capitalistas y hacer viables proyectos autogestionados que fabriquen bombillas, baterías, paneles solares, etc. Ese momento llegará cuando seamos capaces de financiar los medios de producción necesarios y garantizar la demanda.

La RCC (Red de Compras Colectivas)

En junio de 2015, la RCA acordó impulsar una Red de Compras Colectivas. Paralelamente, por las mismas fechas, Faircoop inició un proyecto muy similar en el marco de su mercado virtual Fairmarket. En julio de 2016, compañeros de la RCA y Faircoop descubren por casualidad que están trabajando en proyectos convergentes e inician inmediatamente una colaboración que acelera el proceso de constitución de una RCC de dimensión internacional. En Madrid, animadas por el impulso, las Asambleas de La Canica y Karakolas acordaron unirse a la RCC el 17 de septiembre y el 24 de septiembre, respectivamente.

Las compañeras informáticas están ultimando la adaptación del software de Karakolas y Fairmarket a una aplicación que tendrá un funcionamiento muy parecido al de una plataforma de crowdfunding. Los colectivos adscritos a la Red podrán realizar propuestas de compras colectivas de un producto a través de la RCC, fijando una cantidad mínima de unidades y un plazo de tiempo para alcanzarla. Si el total de los pedidos no llega a la cantidad mínima en el plazo fijado, la propuesta de compra se considerará rechazada y el dinero adelantado se retornará. Las comunidades usuarias de monedas alternativas podrán establecer intercambios en faircoins, canicas, ecos, etc.

Los contactos con proveedores se han iniciado ya. De hecho, aunque la aplicación no está aún operativa, la RCA ha aprobado una primera compra de 600 kilos de café Rebeldía, producido por cooperativas zapatistas y distribuido por una Asociación solidaria de Barcelona adherida a Fairmarket. La compra se ha efectuado para garantizar existencias de café en 2017, ya que los pedidos a las productoras zapatistas en lucha se hacen anualmente -cada mes de octubre- para facilitar la programación de su temporada. También se está mirando la posibilidad de abrir un canal de importaciones con ERT argentinas (Empresas Recuperadas por los Trabajadores) y con cooperativas textiles de la Rojava kurda, otra de esas regiones del mundo donde se está ensayando la autonomía libre asociacionista, sin Estado ni patrones ni patriarcas. Ya dentro del espacio europeo, las compañeras griegas de la fábrica okupada VIO.ME nos han enviado su catálogo de productos de limpieza, que empieza literalmente así:

Nosotras, las trabajadoras de VIO.ME en lucha, liberadas de los jefes, continuamos resistiendo a pesar de la presión y las maniobras legales que se operan a nuestras espaldas. Nos resistimos como trabajadoras a abandonar la fábrica y perseveramos en nuestra demanda central: Las fábricas, así como toda la riqueza social, deberían ser gestionadas por quienes las producimos.

Por último, la RCC cuenta con la estructura legal necesaria para enfrentarse a los obstáculos burocráticos a los que tendrá que enfrentarse[5]. Aunque la tercera entrega de nuestro serial titulado “La Acción Económica” tratará precisamente de este tema, no podemos evitar la tentación de adelantar un par de apuntes. Sólo los colectivos con poca personalidad confunden su identidad con la de una “persona jurídica” o se identifican con “Números de Identificación Fiscal” (NIF). De las empresas capitalistas hemos aprendido que las personas jurídicas son como los vehículos, las hay de todas clases, para usos deportivos o industriales, para embestir escaparates en los alunizajes o ponerse a salvo después de atracar bancos. Por cierto, una Sociedad Limitada puede ser el escudo instrumental de una Asamblea de trabajadoras y una Cooperativa puede ser la tapadera de una penitenciaría laboral que exprime a miles de trabajadoras[6]. Las escrituras notariales e inscripciones registrales no determinan las relaciones de producción. La explotación laboral es un fenómeno económico, no jurídico, que en el caso concreto del asalariado se da cuando el factor de decisión en una unidad productiva (tienda, taller, bar, almacén, etc.) es el capital y no el trabajo.

Pero todo esto se verá más tranquilamente en el siguiente episodio de “Acción Económica”, si el tiempo y las autoridades lo permiten.


[1] http://lagranada.org/. Grupo de consumo constituido en 2014 y adherido a la RCA.

[2] Fragmento de una propuesta de la D.A. (Debate Anarquista) a la COA (Coordinadora Obrera Anarquista). La D.A. es un colectivo de Madrid adherido a la COA que sintetiza planteamientos del anarcosindicalismo, de donde proviene, con planteamientos del consumo combativo. Por ejemplo, en la misma propuesta citada:
El capitalismo también nos explota a través del consumo, no sólo laboralmente. De hecho, la explotación a través del consumo es imprescindible para mantener a la clase trabajadora en un estado de perpetua dependencia del salario capitalista. Consecuentemente, no plantear batalla al capitalismo en el frente del consumo equivale a reforzar sus posiciones en el frente de la producción
https://adargainfo.com/coaweb/directorio

[3] Incluso la iconografía. El carrito de la compra ya no es una urna rodante donde depositamos votos sino un tanque, como en el logo del proyecto Carro de Combate, que adopta además el lema “¡consumir es un acto político!”
http://www.carrodecombate.com/

[4] Desde una perspectiva autogestionaria, la organización de la compra no sólo es un acto de desobediencia sino el inicio de la transición hacia otras formas de intercambio entre consumidoras y productoras. La transición se opera en distintos niveles. En Madrid, por ejemplo, La Canica ha pasado del intercambio de mercado capitalista al intercambio de mercado mutualista con moneda alternativa. El Nodo de Carabanchel ha dado un paso más adelante, dejando atrás los intercambios mercantiles y ensayando con éxito intercambios recíprocos desmercantilizados, basados en la colectivización de medios de producción. Otros experimentos comunitarios con la propiedad colectiva del producto del trabajo han saltado incluso a formas de intercambio comunistas libertarias, como la “toma del montón” en función de las necesidades de consumo.
http://nodocarabanchel.net/

[5] Destacamos aquí un juguete nuevo aportado por Faircoop. Se trata de Freedom Coop, la primera SCE de la que tenemos noticia. Una SCE (Sociedad Cooperativa Europea) es una figura societaria tan rara que la propia Comunidad Europea tuvo que asignar una partida presupuestaria para darla a conocer, sin mucho éxito. Para constituir una SCE se necesita un capital social de 30.000€ y dos sociedades cooperativas radicadas en dos países distintos de la Unión Europea.

[6] Otro tanto cabe decir sobre cualquier otra documentación legal como, por ejemplo, un contrato de trabajo. No es raro que colectivos autogestionados finjan relaciones contractuales laborales para generar derechos a prestaciones o, al revés, que empresas capitalistas finjan relaciones contractuales mercantiles con sus asalariados para abaratar costes salariales, evadir cotizaciones a la seguridad social, etc.

 

Sábado_3D Inauguración del Banco Expropiado LA CANICA

LO QUE ES DEL BARRIO VUELVE AL BARRIO

La calle Embajadores ya apuntaba maneras cuando allá por el remoto s.XV un tal Juan de Castilla alejó y resguardó de la peste que asolaba la Villa de Madrid a los nobles embajadores mientras el pueblo plebeyo se batía contra la muerte negra a pecho descubierto. Siglos despues esta misma calle siguió siendo refugio de riquezas, no al alcance de cualquiera. Muestra de ello la sucursal de Bankia que, hasta hace pocos años, se encontraba en el cruce entre esta calle y Huerta del Bayo(…).

(…)Si Francisco del Bayo levantara la cabeza.. Donde antaño se extendían las tierras de cultivo de una de las huertas más grandes de la Villa de Madrid sólo quedan ahora calles hormigonadas, asfalto y adoquín, que guardan en sus entrañas los últimos vestigios de lo que fue uno de los predios más hermosos y fructíferos de la ciudad arrasado por el esquizofrénico urbanismo de esta ciudad.

HOY

Hartas y hastiadas vecinas de Lavapiés y hermanas de otros barrios deciden darle una vuelta a la tortilla, un nuevo rumbo a la historia. Juntas deciden tomar lo que siempre fue de todas y volver a dotar de sentido a la calle de Don Francisco. Abren las puertas de la vieja sucursal, desde hace años cerrada, para llenarla de vida alegremente organizada; proyectos vecinales, colectivos y grupos de consumo se encuentran ahora en este lugar. Las hortalizas vuelven a Huerta del Bayo y donde antes se dispensaban euros fluye ahora el trueque y otras formas de intercambio con la ayuda de la moneda social La Canica, que da nombre al espacio.

Van a por todas.

Y como hay mucho que celebrar y mucho por compartir y mostrar, han organizado una verbena de puertas abiertas el próximo sábado 3 de diciembre, desde las 11 de la mañana en el número 2 de la calle Huerta del Bayo para presentar el Banco Expropiado La Canica.

Productoras autogestionadas, vecinas organizadas, nos proponen su programa de fiestas con:

_desde las 11h: Desayuno al ritmo de chotis, a cargo de las vecinas de Berzas y Chichinabos.

_de 11 a 17h: Gran Mercadillo de Productoras: muebles de diseño, panadería y bollería para chuparse los dedos tres veces, cervezas artesanas y combativas, alta costura de reciclaje textil, unguentos y remedios para todo tipo de estados carenciales, los más bellos fanzines (los querrás todos), mermeladas, quesos recién bajados del monte, consevas, … Y las clásicas castañas asadas. (más info de los colectivos participantes abajo)

_de 14 a 15h: Comida popularmente deliciosa, a cargo de las vecinas de SinBicho amenizada con cumbia tropicalissima.

_de 13 a 14h: Charla presentación del Nodo de Producción de Carabanchel.

_de 16 a 17h: Charla presentación de Faircoop

_de 17 a 18h: Charla presentación de Comunidad de Intercambio y Moneda Social “La Canica”.

Y durante todo el día pintada de mural a cargo de las vecinas de Arsenale y Sección Invertida.

/////Vecinas del mundo, ¡unios! y corran la voz//////

Participan en el mercadillo las vecinas de…

  • Hilo Rojo
  • Miel de Matallana
  • Cervezas Felisa
  • Taller de Bicicletas de Carabanchel
  • Hidromiel Carpetana
  • Jabones del Nodo
  • Entre Lana y burbujas
  • Amigurumis
  • Volleras
  • Lentejas para Antonio
  • Remedios Linares
  • Ediciones Vulgares
  • Serigrafía Los Imperfectas
  • Panakós
  • Abuelita Araña
  • El puesto del Bierzo
  • Viandas La Villa
  • Enredando
  • Homemade
  • Gomisanas
  • Quesarte 7 Villas
  • Cooperativa Los Valles
  • Librería Eleutheria
  • La Llama ediciones
  • Las ediciones de Nosaltres
  • Tienda de segundamano La Canica
  • La Granada
  • Maningui
  • Carpintería del Nodo

¿Qué es el Banco Expropiado La Canica?

El Banco Expropiado La Canica es un espacio situado en Lavapiés, Madrid, en el número 2 de la calle Huerta del Bayo. Un espacio que albergaba hasta hace no mucho una sucursal de Bankia y que vecinas y habitantes de diversos barrios utilizan hoy para avanzar en el, digámoslo así, turbulento proceso autogestionario que vive la ciudad en los últimos años y empezar a coordinar distintos proyectos y herramientas sofisticadas que, sin ser muy conocidas, hemos sabido construir durante todo este tiempo.

Una de ellas es La Canica, una red de intercambio consolidada desde hace algún tiempo en diversos barrios, que se ha dotado de una moneda social alternativa al euro y que está promoviendo ya, con cierto éxito, la formación de cooperativas y la colectivización de recursos y medios de producción. Es, en ese sentido, una herramienta que está siendo muy útil para la organización directa y común de nuestras vidas, permitiendo que circulen bienes entre nosotras reduciendo nuestra dependencia del euro y del trabajo asalariado (quien lo probó lo sabe). No es, en cualquier caso, sino una herramienta más dentro de las muchas que apuntalan ya una economía propia. Madrid cuenta con grupos de consumo cada vez más coordinados, redes de productoras que se apoyan mutuamente y vecinas que refuerzan el comercio solidario de barrio como brillante apuesta de recomposición de la vida social del territorio. El Banco Expropiado se presenta, por tanto, como un espacio de cruce de tan buenas iniciativas con el propósito, ambicioso pero nada loco, de que el movimiento popular, organizado, desobediente y amoroso, se dote a sí mismo de cuantos recursos necesite para su vida en común.

Si La Canica y el Banco Expropiado tienen sentido es, por tanto, porque –pese a que haya, es cierto, menos manis– componemos un enorme mundo común cuyos recursos o cuya economía cabe pensar como propia. Vale decir: porque los millones de encuentros que se han sucedido desde 2011 han tenido un sentido, porque existe un afecto común, porque nuestras habilidades organizativas siguen intactas y porque tenemos comprobado que podemos llegar lejísimos. Porque, en fin, el tejido asambleario y autoorganizado sólo puede pensarse como irreversible y permanentemente interconectado. La asamblea de vivienda de Lavapiés, sin ir más lejos, dejó fritos a un par de directores de esta misma sucursal, paró un buen número de desahucios de hipotecas asociadas a ella y firmó varios alquileres sociales en el pulido suelo que hoy pisamos. PAHs y asambleas de vivienda han (¡hemos!) colaborado en una espantada bancaria y, sobre todo, hemos apuntalado su descrédito social. Ampliar nuestra cosecha expropiando un par de bancos en cada barrio puede ser, desde luego, una buena manera de disfrutar nuestras victorias.

Y desde aquí enviamos cien besos a las compañeras de la Bankarrota en Moratalaz, y por supuesto otros cien a las del Banc Expropiat en Gràcia, quienes supieron generar un terremoto feliz cuyos efectos resuenan hoy en el Banco Expropiado La Canica.

Veamos dónde resuenan mañana.

bancoexpropiado.lacanica@gmail.com

¡La Central va a pedir harinas! Súmate al pedido

La Central de Abastecimiento  va a hacer un pedido de harinas. Para quien lleve menos tiempo en La Canica, esto significa que se van a utilizar euros de la Central para hacer una buena compra de harina que automáticamente va a ser ofertada a todas nosotras con un valor en canicas.

Productos y precios por kilo:

Harina de trigo blanca: 1.75 Cns.

Harina trigo semi: 1.80 Cns.

Harina trigo integral: 1.50 Cns.

Harina centeno semi: 1.55 Cns

Harina de garbanzo: 1 Cn

Salvado de trigo o centeno: 1 Cn (0.4 kg)

Tenemos un límite de euros para gastar en el pedido, pero no os cortéis para pedir todos los kilos que queráis, especialmente quienes producís pan, pizzas, etc. Preferimos hacer la previsión ideal, así tenemos datos para sistematizar futuras compras (podemos intentar hacerlo cada dos meses, por ejemplo). Dejamos de margen para pedir hasta el miércoles 12 de octubre. Podéis hacer vuestro pedido por la lista de correo interna o en canica@riseup.net.

El pedido llegará a Carabanchel, pero seguro que podemos apañar para que haya un punto de reparto en el Centro también.

Un beso del equipo de la Central

LA ACCIÓN ECONÓMICA

(Descargar texto completo en PDF)

Hay mucho escrito sobre la represión policíaca del Estado pero en lo relativo a la represión económica estamos todavía casi en blanco.

La represión se alimenta del miedo. Generalmente, del miedo a ser atacadas, torturadas, enjauladas… La represión económica se alimenta concretamente del miedo a la escasez. Y no hay que desdeñar el poder paralizante de este miedo en sociedades capitalistas occidentales como la nuestra, mal criadas durante décadas en la banalización del consumo y la acumulación espectacular de la mercancía. La amenaza de la escasez es mucho más aterradora para quienes hemos atravesado estos espejismos de abundancia o, más bien, hemos sido atravesados por ellos1.

No es de extrañar, pues, esta tendencia reciente a la agudización de la represión económica, que el Estado español ha cronificado con la conversión de tipos penales en tipos administrativos de la “ley mordaza”2. Lo primero que nos dice este cambio de penas por multas es que la represión económica funciona por lo menos igual que otras clases de represión, cuando no mejor. Ningún Estado modifica una táctica represiva sin asegurarse de que cumple con eficacia sus objetivos, que son principalmente dos: disuadir y distraer. Disuadir al mayor número posible de personas de que se asocien y organicen para luchar contra él. Distraer a las Asociaciones Libres de su actividad normal. Las Asociaciones Libres están dilapidando recursos materiales y miles de horas de militancia en la consecución de fondos para el pago de multas, fianzas, etc. Peor aún: no sólo pierden el tiempo en una actividad defensiva que les distrae de su actividad normal sino que el fruto de esta actividad revierte directamente en el reforzamiento del enemigo, el Estado, que recauda por esta vía del pago “voluntario” o por la vía ejecutiva de embargos millones de euros. El beneficio es aún mayor si se restan de la cuenta de pérdidas y ganancias del Estado los gastos de manutención por recluso que éste deja de soportar cada vez que un ingreso en prisión se conmuta por una multa3.

En resumen, la represión económica disuade y distrae pero además fortalece al Estado, que extrae de ella un beneficio con el que financia más equipamientos, sueldos e infraestructuras represivas. Sólo por esto, un estudio de la represión económica que hemos postergado durante demasiado tiempo era acuciante. Pero hay más. La resistencia a la represión económica estatal, tan poco explorada, está llena de posibilidades. El violento latrocinio estatal está resquebrajando esa imagen mitológica del Estado como organización depositaria del bien público, ocasionando que cada vez más personas se deslicen de un sentirse legitimadas a eludir el pago de multas a un sentirse legitimadas a eludir el pago de impuestos. Los actos legítimos de desobediencia económica se afianzan además por el descubrimiento de nuevas formas de resistencia. Muchas personas que se quedaron en la ruina, sin nada, y están aplastadas por deudas que nunca podrán pagar han descubierto fortuitamente la “insolvencia”, lo más parecido a la invulnerabilidad contra la represión económica. La mayor ventaja de una ruina sobrevenida accidentalmente (es decir, por el expolio depredador de bancos, Estado, etc.) es que la siguiente ruina ya no nos cogerá por sorpresa, incluso se puede programar. La programación de la ruina, que en el argot legal se conoce como “insolvencia punible”, es una táctica de elusión de pagos a acreedores que los usurpadores de los medios de producción y las plusvalías llevan practicando siglos4. Las Asociaciones Libres están empezando a incorporarlas ahora en su arsenal para sus propios fines de clase revolucionaria5.

Y aquí es donde la cosa se pone interesante. Las Asociaciones Libres están precipitando la insolvencia de sus asociadas mediante la titularización societaria de propiedades particulares, usando personas jurídicas instrumentales como Asociaciones o Cooperativas. Pero lo que comienza como un mero cambio de titularidad de la propiedad se convierte a menudo en un cambio real de régimen de propiedad. Las Asociaciones libres no se conforman con una titularidad colectiva que no es más que el disfraz de una propiedad privada sino que, ya puestas en faena, se atreven a ensayar usos distintos de la propiedad (colectivistas, comunistas, comunalistas, etc.) Estos experimentos con el régimen de propiedad no se inician sólo por un cambio circunstancial de la titularidad. Las Asociaciones traen ya un rodaje previo en el uso compartido de comida, ropa, libros, etc, a través de redes de apoyo mutuo. Y este entrenamiento en la colectivización de objetos de consumo ha generado la confianza necesaria para dar el paso siguiente a la colectivización de medios de producción. Es todo un proceso. Y no sólo operativo, también narrativo. La miseria ha espoleado el debate sobre las causas y los agentes de la miseria. La represión económica del Estado y las crisis inducidas cíclicamente por el capitalismo transnacional han provocado un cambio de perspectiva, una comprensión menos resignada de los mecanismos de dominación. Como en todo proceso revolucionario, es difícil decir cuándo se está haciendo “teoría de la práctica” o “práctica de la teoría”. Por ejemplo, se subvierten las relaciones de propiedad casi al tiempo que se explica la necesidad de subvertirlas. Los ejercicios prácticos con la insolvencia programada o con la okupación llevan a un mejor discernimiento teórico de conceptos como “titularidad” y “uso”. Cuando hablamos de propiedad privada o propiedad colectiva, ya no nos referimos a la titularidad, ese artificio estatal6, sino al uso que las personas y colectivos hacemos de ella. Puede haber propiedades de titularidad privada y uso completamente colectivizado y al revés.

Estos procesos de transformación colectiva, esta práctica revolucionaria entrelazándose con su teoría, rompen los esquemas de una represión económica diseñada para atemorizar a individuos considerados como propietarios privados de bienes de consumo y de medios de producción. En tanto que propietarios privados, el Estado nos puede atacar secuencialmente, de uno en uno, depositando multas y notificaciones de embargo en cada buzón. Pero los ataques económicos contra una Comunidad tienen que enmarcarse ya necesariamente en actos de guerra7, sin careta, y estas son situaciones que el Estado procura evitar dentro de sus fronteras porque la guerra a cara descubierta destruye esa imagen sagrada de institución cuya existencia es apriorística, está fuera de toda discusión. El eterno antagonismo entre el principio de no delegación de las Asociaciones Libres y el principio de autoridad representativa del Estado se desvela en los conflictos comunitarios, momentos en que su misma razón de ser queda expuesta al escrutinio público y, por lo tanto, momentos de máxima vulnerabilidad. Para sobrevivir, el Estado tiene que impedir a toda costa el proceso por el que se hace evidente su inutilidad: la unión libre asociacionista. En otras palabras, tiene que recurrir constantemente a la división, empezando por la división de La Tierra en parcelas numeradas y separadas por cercas8. Una propiedad cerrada modela una mentalidad cerrada. La mentalidad de propietario privado es individualista, desconfiada, nerviosa. Su supervivencia no depende de las relaciones sociales solidarias sino de la acumulación de bienes de consumo y medios de producción. Por eso tiende a acaparar y a estar en estado permanente de alerta, puesto que los demás son competidores, intrusos o ladrones en potencia. Sin embargo, los terrores nocturnos a la escasez desaparecen cuando el propietario privado, individuo reprimido y aislado, pasa a ser un individuo libremente asociado, un “copropietario” que cuenta con el respaldo solidario de su Red de Apoyo, su Cooperativa, su Comuna, etc. El cambio en las relaciones de propiedad afecta directamente a las relaciones de producción, por estar ambas íntimamente ligadas. La jerarquía empresarial es intrínseca a la propiedad privada de los medios de producción. Pero a la propiedad colectiva de los medios de producción le corresponde una toma de decisiones colectiva: la Asamblea.

En conclusión, urge encarar la lucha contra la represión económica por las dos razones apuntadas: Primero, es un tipo de represión que está dando excelentes resultados al Estado y que se está intensificando en las sociedades del “primer mundo”, donde el capitalismo nos explota a través del consumismo tanto o más que a través del productivismo. Segundo, la resistencia está llena de posibilidades; ofrece nuevas técnicas como la insolvencia programada, la constitución de sociedades instrumentales, la insumisión fiscal, etc., y tiene un gran potencial para subvertir las relaciones capitalistas de producción y propiedad. Si la propiedad privada modela un cerebro de propietario jerárquico, egoísta e insaciable, la propiedad comunal puede modelar un cerebro de propietario libertario, solidario y satisfecho.

Aparte de estas dos importantes razones añadiremos una ventaja complementaria: Las técnicas de resistencia a la represión económica están mucho menos penadas que las técnicas de resistencia a la represión policiaca porque los tipos delictivos en que se incurre son propios de la clase empresarial y política, no de la clase obrera. Falsificación de documento mercantil, alzamiento de bienes, apropiación indebida, insolvencia punible, fraude fiscal… El Estado no puede endurecer la persecución o las penas de estos tipos delictivos porque estaría perjudicando los intereses de clase que defiende. Esta es la causa, por ejemplo, de que los mecanismos de inspección fiscal sean tan deficientes. En realidad, el 90% de los ingresos de Hacienda por el IRPF provienen de las rentas de los trabajadores que son detraídas directamente de sus salarios por una clase empresarial que actúa de recaudadora de impuestos del Estado.

Es obvio que la represión del Estado se opera en connivencia con una clase empresarial que requiere los servicios de seguridad que éste le provee para protegerse de los amotinamientos de la masa esclava asalariada9. En lo que atañe exclusivamente a la economía, por no desviarnos del tema del artículo, podemos hablar entonces de una opresión económica que englobaría a la represión estatal y la explotación empresarial y que se manifiesta en forma de impuestos, multas, embargos, desalojos, inspecciones, usurpación de medios de producción, apropiación de plusvalías, paro, emisión y distribución de moneda fiat (obligatoria), etc., etc.

Esta opresión económica que sentimos en el pecho y nos dificulta la respiración es el síntoma inconfundible del capitalismo. Es cierto que el capitalismo ha infectado todo el tejido social y, por lo tanto, tiene que ser combatido en todos los ámbitos imaginables de la vida: pedagógico, psicológico, filosófico, erótico, marcial, sanitario, ético, artístico… Pero no es menos cierto que la lucha en el ámbito económico es tan importante como las anteriores, probablemente más, porque al fin y al cabo el capitalismo es una enfermedad que irradia desde la economía. Peor aún, el capitalismo es un sistema económico que lo ensucia todo de economía mediante un proceso llamado “mercantilización”: el amor, el juego, la sonrisa de un niño, un trago de agua, la tierra, un atardecer… Cualquier cosa. Pero barrer el capitalismo de la escuela y del consultorio médico es como quitar chapapote de las playas y de las alas de las gaviotas: un voluntarismo inútil si no se va a la causa del vertido. En otras palabras, no vale de nada desmercantilizar la educación o la sanidad si no desmercantilizamos también la economía. El capitalismo es ante todo un sistema económico, luego hay que poner otro sistema económico en su lugar. Y esto requiere conocimientos económicos, estrategias económicas, instrumentos económicos.

A esta lucha específica en el ámbito de la economía para combatir el capitalismo -en sus dos vertientes estatal y empresarial- la hemos llamado “acción económica”. La acción económica es una acción directa, sin árbitros, de clase revolucionaria. Las Asociaciones anarcosindicalistas, por ejemplo, llevan siglo y medio de experiencia en acción económica. Sus métodos de lucha tradicionales -la huelga, el boicot, el sabotaje- están expresamente pensados para atacar a los núcleos de la economía: la producción, la distribución y el consumo. Sus objetivos no pueden ser más económicos: subida del precio del trabajo, control de los procesos productivos y la gestión administrativa… Eso, en primera instancia. En segunda instancia, la reapropiación de los medios de producción y de lo producido. Y siempre con un fin último en la cabeza: el comunismo libertario, un sistema económico alternativo al capitalismo. Lo chocante es que ni siquiera el anarcosindicalismo, cuyo carácter es eminentemente económico y donde son frecuentísimas las alusiones a la “acción directa”, la “acción sindical” o la “acción social”, tiene un apartado en sus textos reservado a la “acción económica”. La omisión es demasiado llamativa como para ignorarla. No es momento de entrar en las causas del lapsus pero es inevitable lamentar una de las consecuencias: nos tememos que una de las razones por las que casi nadie cae en la importancia de una “acción económica” es que no hay un término coloquial o técnico para referirse a ella. Así, aunque no descubrimos nada nuevo con esto de la “acción económica”, pensamos que el solo hecho de ponerle nombre y explicarla mínimamente puede suponer un avance en la lucha por la emancipación. Y en esas estamos. En próximas entregas, si el tiempo y la autoridad lo permiten, entraremos con más detalle en casos concretos de acción económica.

1Muchas de las trabajadoras que se despertaron arruinadas en la crisis del 2008 tienen tan reciente aquel sueño de clases medias que todavía lo confunden con un recuerdo real. Tienen miedo de perder lo poco que les resta de lo que nunca fue suyo. El Estado es plenamente consciente de que un número muy significativo de personas implicadas en el 15M provienen de ese espectro social muy vulnerable todavía a la represión económica.

2Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. Esta reforma legislativa elimina las faltas que se regulaban en el Libro III del Código Penal anterior y las transforma casi íntegramente en infracciones administrativas.

3Esto no quiere decir que se reduzca el número de secuestros legales anuales. Sólo quiere decir que cada vez que una pena se conmuta por una multa el Estado gana por dos conceptos: lo que ingresa y lo que deja de gastar por ese recluso en particular.

4Las quiebras empresariales fraudulentas son, por ejemplo, operaciones habituales para eludir el pago de indemnizaciones a las trabajadoras.

5El concepto “clase revolucionaria” merece un artículo aparte. Baste decir aquí que no nos plegamos a las categorías tradicionales. No discutimos, por ejemplo, que desde una perspectiva economicista exista una clase social con unas características muy determinadas denominada “proletariado”. Discutimos que esta clase social sea un sujeto revolucionario, como esperaban los socialistas del siglo XIX. Digamos que la “clase revolucionaria” es una clase social consciente, coherente y alevosa, que se resiste a ser catalogada como un objeto (y no sólo de estudio) por doctrinas económicas, políticas, sociológicas, etc. Entendemos, pues, como “clase revolucionaria” a aquella que, con independencia de otras taxonomías más clásicas, aplica en su vida los principios de libre asociación y no delegación como método para construir una nueva sociedad basada en los principios de libre asociación y no delegación.

6La concesión de títulos de propiedad es una usurpación más del Estado, que se ha arrogado la capacidad de enajenar el territorio sobre el que ejerce el monopolio de la violencia.

7Las agresiones económicas más habituales del Estado en escenarios de guerra son el saqueo, la expropiación de tierras, el expolio de recursos, la mano de obra esclava, etc.

8Otro ejemplo milenario de división desde el poder sería la operada para enfrentar a hombres y mujeres. “Descubrimos que las jerarquías sexuales siempre están al servicio de un proyecto de dominación que sólo puede sustentarse a sí mismo a través de la división, constantemente renovada, de aquéllos a quienes intenta gobernar.” La cita está extraída del libro de Silvia Federici “Calibán y la bruja (mujeres, cuerpo y acumulación originaria)” y es especialmente oportuna por el contexto en que se ubica, una expropiación masiva de tierras comunales por parte del Estado de Nigeria pactada con el FMI y el Banco Mundial en los años 80 del siglo XX: “En Nigeria comprendí que la lucha contra el ajuste estructural formaba parte de una larga lucha contra la privatización y el “cercamiento”, no sólo de las tierras comunales sino también de las relaciones sociales, que data de los orígenes del capitalismo en Europa y América en el siglo XVI”.

9Uno de los grandes logros propagandísticos del capitalismo es haber esparcido con éxito el bulo de la abolición de la esclavitud. La esclavitud es una forma clásica de explotación laboral que en su desenvolvimiento histórico estrictamente económico ha adoptado la forma optimizada de trabajo asalariado, una esclavitud a tiempo parcial mucho más rentable para el amo (o señor o empresario) porque el esclavo (o siervo o empleado) pasa a hacerse cargo de su propia manutención y la de su familia. En las fases más sofisticadas del capitalismo, un nuevo tipo de esclavo llamado “autónomo dependiente” tiene que correr incluso con los costes del medio de producción (por ejemplo, mantenimiento del vehículo, combustible, seguros, etc.).

BOLET͍N DE NOVEDADES Nº 9

BOLETÍN DE NOVEDADES Nº9 [1]

(Descargar boletín en PDF)

14-Sep-2016 — Central de Abastecimiento [2]

Esta edición del boletín que siempre sacamos en vísperas de Asamblea va a ser monográfica sobre una de las propuestas que se va tratar mañana: las compras colectivas. Empezaremos por un breve resumen de este punto del orden del día y pasaremos directamente a informar de las últimas novedades del proyecto.

*COMPRAS COLECTIVAS (RESUMEN)*

Las compañeras que no hayan leído toda la documentación enviada a La  Comunidad porque no están todavía inscritas en la lista de  correos pueden encontrarla en:

http://intercambios.lacanica.org/es/node/347 [3]
http://intercambios.lacanica.org/es/node/346 [4]
http://intercambios.lacanica.org/es/node/345 [5]

Recordamos que, también a través de la lista de correos, se ha lanzado una propuesta preliminar de compra colectiva de café Rebeldía:

http://intercambios.lacanica.org/es/node/348 [6]

Para inscribiros en la lista de correos de La Canica, enviad un mail a canica@riseup.net [7].

 

*VIO.ME*

Nosotras, las trabajadoras de VIO.ME en lucha, liberadas de los jefes, continuamos resistiendo a pesar de la presión y las maniobras legales que se operan a nuestras espaldas. Nos resistimos como trabajadoras a abandonar la fábrica y perseveramos en nuestra demanda central: Las fábricas, así como toda la riqueza social, deberían ser gestionadas por quienes las producimos.

¡Así comienza el catálogo de productos y precios que nos ha enviado VIO.ME! Nada que ver con el catálogo de Mango. Podéis encontrar el pdf de este original catálogo revolucionario en: http://intercambios.lacanica.org/es/node/349 [8] Una lástima que esté sólo disponible en inglés. Pero ya hay compas de Faircoop traduciéndolo al español.

(Actualización: ya puedes bajarte el catálogo en castellano: Descargar catálogo en PDF)

 

*CAFÉ REBELDÍA*

Ya tenemos los primeros datos concretos, recibidos esta misma mañana.  Copiamos textualmente:

La finalidad de este proyecto [Associació Solidaria Café Rebeldía-Infoespai] es garantizar a las cooperativas zapatistas en resistencia una digna relación salario-trabajo y destinar la totalidad de los beneficios obtenidos por la venta de este producto a las comunidades indígenas.

Desde la Red Europea de comercialización de Productos Zapatistas, se intenta acordar un precio mínimo. Desde allí mismo cada año hay una delegación que visita a las cooperativas. Hay una relación directa. Los diferentes grupos de la Red Europea tienen a su vez sus propios acuerdos con las diferentes cooperativas. Durante el mes de octubre de cada año, se hace el pre-contrato con la/s cooperativa/s de origen, en el que se acuerdan, la cantidad, calidad, precio, transporte, forma de pago, – que suele ser 50% al firmar el presente contrato y 50% al recibir el café – y fecha alrededor de la entrega, que generalmente es en abril / mayo.

No todas las cooperativas tienen la certificación de producción ecológica ya que esto tiene un importe elevado y no todas se lo pueden permitir, con estas cooperativas la relación de confianza y su propia certificación es lo que garantiza que el producto no ha sido manipulado y no se ha utilizado ningún producto químico.

La Associació Solidaria cafè Rebeldía-Infoespai hace la compra del café conjuntamente con las y los compañerxs de Paris (Francia),  ya que la cantidad que pedimos es de 3.000 kilos y no nos sale a cuenta -transporte marítimo- hacer la compra en solitario. Esperamos en un futuro próximo poder pedir un contenedor!

El café llega verde al almacén de Alternativa3 (Terrassa, Barcelona) y es allí donde se tuesta y empaqueta. Una vez llega a nuestro almacén y espacio de trabajo, se colocan las etiquetas y se preparan las cajas para su distribución.

Los pedidos se harán por correo electrónico, una vez confirmado se enviará la cuenta donde se efectuará el pago. La entrega se efectuara en un máximo de diez días laborables, una vez efectuado / recibido el pago. El coste del transporte irá a vuestro cargo. Os recordamos que tenemos dos tipos de productos:

  • paquete de café molido de 250gr a 3,25€ *
  • paquete de café en grano de 1kg a 12,20€ *

 

*ERT ARGENTINAS (Empresas Recuperadas por las Trabajadoras)*

El experto en ERT Andrés Ruggeri nos ha facilitado el siguiente enlace para que vayamos entreteniéndonos: http://www.recuperadasdoc.com.ar/guiaargentina.html [9]

Entre la diversidad de actividades productivas que abarcan las ERT en Argentina señalamos al azar unas cuantas (copiamos textualmente):

  • Fabricación de calzado: botín de fútbol, botita de caucho, botita descarne, zapatilla lona inyectada, zapatilla náutica de lona, calzado para niños, calzado social, zapato de descarne.
  • Confección y comercialización de productos derivados del algodón: gasas hospitalarias en crudo, lienzos, cobertores de fardos de fibra de algodón, trapos de pisos y rejillas. Confección y comercialización de cortinas, edredones, colchas, cubrecamas, frazadas, manteles y repasadores. Confección de camisas de vestir en poliéster y algodón, ratier.
  • Fabricación en vidrio – durax- de vajilla, bazar, platos, vasos, regalería. Fabricación de recipientes de vidrio: jarras, floreros, frascos de vidrio
  • Fabricación de heladeras de un frío (3 modelos), con freezer (2 modelos) y exhibidoras.
  • Elaboración de vajilla de cerámica
  • Elaboración de Bolsas de Papel
  • Producción de pinturas.
  • Fabricación de Rifles de aire comprimido de 4 ½ y 5 ½/
  • Productos en base a chocolate: bombones, barras de chocolate, chocolate casero, granizado, pastillas, alfajores, confites, turrones, huevos de pascua, huevos italianos y figuras de chocolate

Ruggeri queda a la espera de que le indicamos en qué productos podríamos estar interesadas para iniciar contactos con las trabajadoras argentinas en lucha.

 

*SAL, HARDWARE LIBRE, CAMISETAS.*

Desde Faircoop, con quienes estamos colaborando codo con codo para sacar adelante el proyecto de compras colectivas, también se está recabando información, concretamente de tres productos: sal, hardware libre y camisetas. Los productores contactados, de los que esperamos noticias pronto, son una cooperativa de Creta adherida a Fairmarket; la fundación Raspberry Pi y compañeras kurdas de Rojava, otra región del mundo donde se construyen alternativas de vida comunitaria sobre los escombros del Estado.

 

*IDEAS Y SUGERENCIAS*

Por último, os invitamos a que compartáis productos interesantes, productores afines, así como cualquier idea o sugerencia que se os ocurra para impulsar esta red de compras colectivas que esperamos construir con vosotras.
En el siguiente enlace podéis entrar al pad del orden del día de la Asamblea de mañana y anotar vuestras aportaciones:
https://pad.riseup.net/p/Asamblea_Canica_15S [10]

No recibir mensajes de difusión (ofertas, docs, etc):
http://intercambios.lacanica.org/es/user/110/account/edit [11]

Correo generado por Comunidad de Intercambio La Canica
Visitanos http://intercambios.lacanica.org/es [12]
[1] http://intercambios.lacanica.org/es/node/350
[2] http://intercambios.lacanica.org/es/user/81
[3] http://intercambios.lacanica.org/es/node/347
[4] http://intercambios.lacanica.org/es/node/346
[5] http://intercambios.lacanica.org/es/node/345
[6] http://intercambios.lacanica.org/es/node/348
[7] canica@riseup.net
[8] http://intercambios.lacanica.org/es/node/349
[9] http://www.recuperadasdoc.com.ar/guiaargentina.html
[10] https://pad.riseup.net/p/Asamblea_Canica_15S
[11] http://intercambios.lacanica.org/es/user/110/account/edit
[12] http://intercambios.lacanica.org/es

 

BOLET͍N DE NOVEDADES Nº8

(Descarga el boletín en PDF)

La proximidad de una nueva Asamblea de La Canica y el reciente acontecimiento, el primer mercado organizado por el Nodo de Carabanchel, justifican una nueva edición de nuestro Boletín de Novedades. A estas razones, añadidle la primavera.

Este número octavo se va a centrar casi íntegramente en un apasionante reportaje de investigación: estadísticas de La Canica. ¿Cuántas socias somos? ¿Cuántos intercambios hemos realizado? ¿Cuál ha sido su valor? Datos que nos han estado vedados hasta ahora porque el software que usamos es libre en más de un sentido y se niega a darnos las respuestas. Pero, antes, un comunicado de interés público:

ASAMBLEA Y LISTA DE CORREOS

La Asamblea de La Canica será mañana, 2 de junio, a las 19h, en el local del Nodo de Carabanchel (c/Linares, 7, metro Oporto)

Puedes encontrar el orden del día, que estamos confeccionando entre todas, en: https://pad.riseup.net/p/canica_2_junio

Si no has recibido esta convocatoria de Asamblea por mail hace unos días es que no estás inscrita en la lista de correos de La Canica. La lista de correos es el medio de comunicación de todas las socias de La Canica. Al hacerte socia de La Canica, te deberían dar de alta en la web (desde donde enviamos este boletín) y en la lista de correos. Pero puede pasar que a la compañera que te dio de alta en la web se le haya olvidado inscribirte en la lista. Si ha sido el caso, envía un mail a canica@riseup.net y lo arreglamos enseguida. Algún día quizá te toque a ti hacer algún alta y verás que es fácil olvidarse de estas cosas.

ESTADÍSTICAS DE LA CANICA

Como sabéis, La Canica no está preparada para proporcionar automáticamente estadísticas. Se podría adaptar la aplicación para esta función pero las compañeras del grupo de trabajo de informática no se han puesto a ello por varias razones. En primer lugar, hay saturación de trabajo y otras mejoras pendientes que tienen prioridad. En segundo lugar, no parece práctico dedicar tiempo a tunear Community Forge –así se llama la aplicación que usamos- cuando hay compañeras que se están pensando proponer una migración al Integral CES, una aplicación más versátil para realizar intercambios entre Comunidades.

Con ocasión del primer mercado organizado por las compañeras del Nodo de Carabanchel, hemos recolectado algunos datos estadísticos de nuestra Comunidad. La tarea ha sido tormentosa porque la hemos tenido que hacer artesanalmente, pasando datos a mano en un Excel, pero nadie dijo que el periodismo de investigación fuera fácil. Vamos a empezar con la pregunta del millón: ¿Cuántas socias somos? El programa de La Canica nos identifica por un nombre y número de usuaria. Nuestro número de usuaria coincide además con el número de altas que se habían registrado en La Canica en el momento de nuestra inscripción. Es decir, si tenéis el número de usuaria 61 significa que se acababan de hacer 61 altas en La Canica cuando os inscribisteis. El dato es fiable al 100% porque el programa no reasigna los números de las socias que se dan de baja. Si la socia con número 3 se dio de baja, ninguna otra socia volverá a tener ese número. Hasta aquí, todo perfecto. El problema es que el programa no informa de las bajas. Sencillamente, elimina el nombre y número de usuaria de las socias que se han dado de baja. Sabemos con exactitud que el día 21 de mayo dimos el alta número 180 en La Canica pero no tenemos ni idea de cuántas socias somos en realidad porque no tenemos informes de bajas. El programa no tiene esta función y para averiguar el dato hay que entrar en la pestaña de “habitantes” de La Canica y puntearlos uno por uno. El programa ni siquiera te proporciona un listado de socias por orden numérico y sólo da un listado de socias por el orden alfabético del nombre de usuaria. La tarea de sacar así el número exacto de socias de La Canica ha sido muy aburrida. Pero ahí va el dato, por fin: En La Canica estamos inscritas a fecha de hoy 139 socias. Puesto que hemos registrado el alta número 180, se podría deducir que hemos tenido 41 bajas. Pero afortunadamente no hemos tenido todavía ninguna baja… real. Recordamos que antes de la constitución formal de La Canica la aplicación estuvo en pruebas durante meses y se crearon multitud de socias fantasma. Cuando La Canica se puso en marcha todos estos personajes de ficción se borraron del sistema.

Vayamos a otro dato interesante: ¿cuántos intercambios se han realizado de momento en La Canica? El programa dice que vamos por el intercambio número 450, realizado ayer, 31 de mayo, entre la librería Eleutheria y el colectivo Volleras (concretamente un libro titulado “Contra la pureza”, que nos tendrán que prestar algún día). Pero no vamos por el 450. El 21 de mayo de 2016 el programa decía que íbamos por el intercambio número 426. Nosotros los contamos aquel día de uno en uno y en realidad sólo se habían efectuado 359 intercambios. De nuevo, la explicación del desajuste es que el programa no contabiliza las anulaciones. Por ejemplo, aquellos personajes de ficción a los que dimos de baja hicieron también intercambios ficticios de catapultas y cálices que hubo que borrar del sistema (no es broma: catapultas y cálices). Además, los administradores tienen que cancelar ocasionalmente intercambios que no llegan a validarse, normalmente por errores en las anotaciones de las socias.

¿Cuál es el valor total de lo intercambiado en esas 359 operaciones? Pues, exactamente, se intercambiaron productos y servicios valorados en 4.478,52 canicas. Por el efecto reductor del balanceo, la suma de los saldos positivos de todas las cuentas de La Canica después de las 359 transacciones es de +1.534,89ç y la suma de los saldos negativos -1.534,89ç (es decir, tenemos 0 canicas, las mismas con las que empezamos y justo las que necesitamos).

¿Cuántas socias han participado en al menos uno de los 359 intercambios? 76 socias. O sea, 63 socias de La Canica no habían realizado nunca ningún intercambio a fecha 21 de mayo de 2016. 26 de ellas son socias desde hace más de un año y 23 son socias desde hace menos de cuatro meses. Las otras 14 se inscribieron entre estos dos tramos temporales (es decir, tienen una antigüedad como socias de entre 4 y 12 meses).

Son datos que dan qué pensar, ¿no? Pero nuestro trabajo de investigación concluye aquí. Las conclusiones se las dejamos a la Asamblea, que piensa mejor que cualquiera de nosotras por separado.

RUMORES

RCA. Gran feria de la autogestión. Se rumorea que la RCA tuvo Asamblea el sábado pasado y acordó ensamblar un grupo de trabajo para intentar organizar una gran feria de la autogestión en noviembre de 2016. Nuestras fuentes dicen que la intención es juntar en un mismo espacio a colectivos autogestionarios de todos los pelajes, educativos, culturales, de producción y consumo, comunidades de intercambio, etc., y montar mercados, exposición de cervezas artesanales, distris, talleres y conferencias, conciertos y obras de teatro, etc.

Próximo mercado de La Canica en Lavapiés. Se rumorea que el primer mercado de La Canica organizado por el Nodo de Carabanchel dejó buen sabor de boca a algunas compañeras de Lavapiés, quienes estarían pensando en hacer la experiencia piloto por el barrio. El tiempo dirá.

OFERTAS Y DEMANDAS

Tradicionalmente, incluíamos una sección para anunciar las últimas ofertas y demandas pero ya va siendo hora de que os acostumbréis a consultarlas vosotras. La web mejorada de La Canica incorpora además una sección donde podéis consultar cómodamente sin necesidad de introducir clave. La variedad de productos y servicios ofertados y demandados, como podréis comprobar, se está ampliando a muy buen ritmo.

http://lacanica.org/

I Feria de la Canica: el 21 de mayo ven al Eko y desengánchate del euro

El  sábado 21 de mayo el ESLA Eko celebra una gran fiesta, un no-cumpleaños primaveral para fomentar el apoyo mutuo y la autoorganización popular en el barrio . Dentro de esta jornada, la comunidad de intercambio La Canica ha organizado un mercadillo en la que multitud de productoras autogestionadas nos ofrecerán sus productos. La gracia del asunto es que todas ellas forman parte de una red que lleva un tiempo utilizando una forma de medir los intercambios alternativa al euro: la moneda social la canica, que será la moneda que utilizaremos ese día para hacer intercambios. Si hasta ahora no has tenido ocasión de utilizar canicas, esta será una ocasión genial para sumarse a este proyecto que, junto a otros movimientos, avanza hacia la creación de una economía social, solidaria y autogestionaria.  Y si ya eres usuaria de la moneda, miel sobre hojuelas: será un momento ideal para poder realizar intercambios con otras personas de la red, para seguir conociéndonos y continuar construyendo espacios comunes.

Los puestos del mercadillo abrirán a las 12h y cerrarán sobre las 20h. Distintas productoras darán talleres abiertos en los que compartirán saberes y habilidades y contaremos con un espacio para hablar más detenidamente sobre la canica y la economía autoorganizada. Durante todo el día, además, el Eko ha organizado actividades que culminarán con pinchada y concierto.

Larga vida al Eko: el barrio cooperativo crece.

Programa del día:

11:00. Mercadillo de libre en la plaza enfrente del Eko

12:00. Mercadillo de productores y productoras del barrio.

12:00-14:00. Clase Abierta Swing y Clandestino en la plaza

12:30 Taller fisioterapia

13:00. Pintacaras, Taller de ganchillo

14:00. Comedor popular con tapas y platos del mundo

17:30. Charla sobre la moneda social La Canica

18:30. Charla «La lucha por la justicia y por los presos políticos en México»

21:00. Pinchada en planta calle

21:00 Cena popular